Siempre que pensamos en cuál es la comida favorita de los perros, la mayoría de nosotros se imaginan un hueso. Los huesos han sido un símbolo para los perros cuando de su comida favorita hablamos. Una investigación de la Universidad Nacional de Colombia descubrió el misterio sobre este gran gusto de nuestros mejores amigos, descubrieron por qué a los perros les gusta roer y jugar con huesos.
Los perros provienen de los cánidos (lobos, zorros, etc.), que tenían en su instinto rasgar a sus presas con una mordida. La evolución de sus mandíbulas convirtió en algunas especies de cánidos en hiper carnívoros, que son animales que se alimentan mayormente de carne fresca.
En este estudio, se encontró que en los genes de los perros hay algo que les dice que hay que correr por detrás de una presa y sacudirla, lo que provoca que jueguen. Y es de ahí de donde los perros heredaron su amor por los huesos, de su ancestro hipercarnivoro.
A pesar de que como buenos dueños les demos a nuestros hijos perros comida concentrada muy fácil de masticar y digerir, heredaron genéticamente el gusto de morder huesos, cosa que podrían hacer una y otra vez.
Sin embargo hay que considerar que aunque nuestros perros traigan en los genes la necesidad de roer un hueso, tenemos que ser sumamente cuidadosos en los huesos que les damos, como regla general sólo deberíamos de darles huesos CRUDOS que su tamaño sea tan grande que no puedan arrancar pedazos y tragarlos completos, ya que podría rasgarlo internamente y causarle hasta la muerte.
Fuentes: psychologytoday.com / 123rf.com ID 39336622