Investigadores en la Universidad de Emory en Atlanta en Estados Unidos llegaron a la conclusión de que la oxitocina, famosamente conocida como “hormona del amor”, hace que los perros se vuelvan igual de generosos, confiados y sociales que los seres humanos.
Para llegar a esta conclusión hicieron un experimento con 16 perros mayores de 1 año de edad con sus correspondientes dueños. Los científicos rociaron el hocico de algunos perros con la hormona del amor y a otros con solución salina (agua prácticamente).
Después, fueron llevados a una habitación donde se encontraban sus dueños, a los cuales se les había pedido que ignoraran cualquier caricia o saludo de su mejor amigo. Al hacer esto, descubrieron que los perros que habían sido rociados con la hormona del amor olían más, lamian más o le daban la pata a sus dueños que aquellos que solamente habían recibido la solución salina.
Este estudio se publicó en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences” ya que demuestra que la oxitocina en los perros no solo se producen durante la reproducción, sino que también se excreta cuando tratan de formar y mantener relaciones sociales entre especies diferentes, como el caso de los perros y sus dueños.