Citla era su nombre, y era el perro conocido como el Ángel de la montaña, que lamentablemente ha fallecido por complicaciones con un tumor en su hígado.
El perro vivía en el Pico de Orizaba, la montaña más alta de México. El tumor que detectaron en su hígado le provocaba retención de líquidos y anemia, por lo que estaba fuertemente medicado.
A pesar del tratamiento, no sobrevivió. Ahora ha tenido que abandonar su hogar, la montaña donde se refugiaba en una caseta de vigilancia en el gran Telescopio Milimétrico, a 4.000 metros sobre el nivel del mar.
La edad de Citla era desconocida y la leyenda cuenta que un albañil que fue contratado para construir parte del gran telescopio llevó al perro a la montaña para que le hiciera compañía. Con el tiempo, Citla se unía a los alpinistas que iban por la montaña y los seguía por el camino. Así fue como se convirtió en el ángel guardián de las personas que iban a la montaña.
Este Ángel era considerado uno de los mejores alpinistas de México y era muy querido por toda la comunidad. Incluso, le dieron una gran despedida en las redes sociales. Por su parte, el Presidente del Club Alpino Mexicano y además, su cuidador, Hilario Aguilar, había reportado horas antes que el hígado de Citla ya no respondía y que esperaban su lamentable deceso.
Ahora Citla cuidará a todos los alpinistas desde el cielo.
Como homenaje a su labor en vida, fue escoltado arriba de la montaña para dejar sus restos descansar en paz 🙁
Fuente: El Universal