Pratima Devi es conocida como la dama de perros de Nueva Delhi. Ella es una recolectora de harapos y, a pesar de no tener casa, ha decidido dedicar su vida a los perros callejeros.
Pratima tiene 65 años, vive en un cobertizo cubierto con una lona, y allí convive con sus 120 perros. Para alimentarlos vende las sobras de tela que recolecta. Lo más increíble de todo es que el dinero que obtiene le alcanza para poco, y casi todo lo destina a darle una buena comida a todos sus hijos perros.
Todos los días Pratima compra 12 kilos de arroz y 5 kilos de carne para el almuerzo, y los alimenta con 10 litros de leche que compra para el desayuno. Junto a Vivek, un joven de un pueblo vecino, cuida a los perros callejeros.
A pesar de eso, dice ser más feliz con sus queridos perros que con los seres humanos, después de haber dejado a su marido por un matrimonio problemático. “Me siento feliz viviendo con ellos, cuando yo estaba con mi marido no era feliz”.
Todo comenzó cuando Pratima estableció un pequeño puesto de té, donde alimentaba a los perros con galletas. Se encargó de la crianza de dos perros, pero pronto no le alcanzó ni para alimentarse ella misma. “Durante cuatro días no comí nada y tampoco le di nada a ellos”. Más preocupada por el bienestar de los perros, Pratima recogía sobras de carne en la basura para alimentarlos.
Pratima tiene tres hijos adultos que todavía viven en su pueblo natal, pero ella se niega a volver allí. Dejando a su familia atrás, Pratima ha encontrado una nueva fuente de amor en estos perros. A veces se ocupa de más de 400 perros, pues también cuida a los que se encuentran heridos en la calle.
Ahora su principal preocupación es quién se encargará de cuidar a los perros cuando ella ya no esté. “Si no estoy con los perros en la noche, no van a dormir sin mí. Ellos no comen nada sin mí. El cuidado de los perros es mi religión “.
Fuente: Barkcroft