Aunque para la comunidad de Yulin, en el sureste de China, sea parte de una cultura popular, lo que si es un hecho que el Festival de Carne de Perro y Licor de Lichis, es uno de los eventos más polémicos que implica la muerte de miles de perros.
Muchos de los detractores de esta celebración aseguran que un sinfín de canes son robados de todo el país para posteriormente ser maltratados y sacrificados, además de generar un riesgo sanitario.
Ante este panorama, Peter Li, miembro de una organización defensora de animales (Humane Society International), se encuentra en Yulin para protestar en contra de este evento cruel a lo que declaró:
“En varios de los restaurantes y mataderos que hemos visto, la palabra ‘perro’ se ha cubierto con pintura o cinta adhesiva. Las autoridades están claramente nerviosas y han advertido a los comerciantes de perros y gatos que no hablen con nosotros, además de advertir a los funcionarios que se mantengan alejados de los restaurantes que sirven esta carne”.
Durante la última semana previa al festival, Li asegura que su organización ha rescatado a 54 caninos que pudieron haber acabado siendo alimento en unos días.
A esta causa se han sumado miles de personas en todo el mundo, por lo que se logró recabar un total de 11 millones de firmas para pedir este festival no se celebre más.
Por su parte, los defensores del festival aseguran que comer la carne de perro no es diferente a cualquier otra y que además, consumir esta carne sirve para “enfriar el cuerpo”, por lo que resulta muy beneficiosa en verano.
Sin embargo, contrario a lo que pueden argumentar a favor de este festival, parece ser que cada día más la sociedad china toma una mayor conciencia y no todos están de acuerdo con este sacrificio colectivo de animales.
Una encuesta realizada para la Asociación Protectora de los Animales de China dada a conocer hace una semana, reflejó que el 64% de la población está en contra del festival y el 51,7% esta en contra de la venta de carne de perro.
Otro dato es que el gobierno de Yulin se ha desvinculado por completo de esta actividad, recalcando es de índole privada. Sin embargo, muchos activistas aseguran que este evento se realiza muchas veces bajo la ilegalidad en el proceso de la carne y robo de animales para su comercialización. Por lo que se necesita que el gobierno no solo no sea participe de está tradición sino que haga algo al respecto, como su prohibición.
Fuente: El País – Animal Asia