Todos conocemos muy bien esta versión, que un perro siempre odiará a un gato y lo perseguirá por todo el lugar, incluso existen películas y caricaturas con esta historia, pero ¿en verdad un perro y un gato se odian?
La realidad es que no son enemigos naturales, lo que sucede es que son de características muy diferentes, por ejemplo, un perro es muy sociable, les gusta estar en grupo y trabajar en equipo. Sin embargo los gatos prefieren una vida solitaria y muy independiente, así que cuando un perro intenta jugar con ellos, lo que recibirá será un arañazo por parte del gatito, y no es agresión como tal, sino es una advertencia de que no se está sintiendo cómodo.
Y todo pasa, porque mal interpretan sus movimientos corporales, por ejemplo, el perro mueve la cola amigablemente en señal de alegría y amistad, pero para el gato, el movimiento de cola, significa que está molesto y enojado, estos malentendidos provocan que los perros comiencen a relacionar que los gatos son hostiles y enemigos.
¡Pero no te asustes! No todo está perdido y si existe forma en que ambas especies convivan y conviertan el lugar, en uno muy armonioso.
Antes que nada debes de tomar en cuenta que no son iguales y cada uno tiene necesidades diferentes, tienes estar preparado de que para que ambos convivan requiere de mucho tiempo. Cuando estés en tu casa, es importante que cada uno te vea con el otro, para que así se asocien contigo.
No olvides que al principio, tendrás que colocarlos en habitaciones separadas y aunque haya ladridos y arañazos para pasar al otro lado, deberás tener paciencia y premiarlos cuando no presten atención a la otra habitación. También te puede servir darles una ropa o toalla que pertenezca al otro, para que empiecen a reconocer su olor, incluso funciona si los intercambias de habitación, aprenderán a compartir espacios.
Una vez adaptados a su espacio, funciona que se conozcan y se olfateen, solo no olvides sostener a tu perro o gato para que no se ataquen, si se alteran vuelve a separarlos, si se calman, prémialos.
Poco a poco se irán adaptando el uno al otro y convivir como grandes amigos.
Así que ya lo sabes, el odio entre perros y gatos es algo que los humanos han instaurado, la realidad es que se pueden llevar muy bien.
No olvides que si deseas adquirir un gato o un perro, los adoptes y les des una oportunidad de ser muy felices a tu lado
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