La Guardia Urbana de Barcelona, en España, cuenta con sus policías de cuatro patas que pertenecen a la Unidad Canina de la Guardia Urbana, que es la más antigua de España.
Taz, Panzer, Connor, Vic, Tom, Poker, Swat, Taka y Terry son los nueve perros que conforman esta unidad. En su hogar (la sede central de la Unidad) cuentan con cómodos refugios individuales, zona de desfogue, un amplio terreno para hacer ejercicio y jugar, y una bañera con agua caliente.
Los guías de los perros se encargan de las dietas, los cuidados, el entrenamiento, los paseos, patrullan con ellos e incluso se van de fin de semana o de vacaciones con los perros. Cada uno de los guías mantiene una conexión especial con su perro: “un guía para cada perro durante toda la vida”, cuenta el sargento Sánchez Redorat, uno de los veteranos de la unidad.
Es por ello que a la hora de jubilar a los perros (a partir de los siete u ocho años, o cuando tienen un problema de salud o lesiones), se ofrecen primero a sus guías. Y si no pueden quedárselos, se les busca una familia.
Otro aspecto importante es que cuando los perros llegan a esta Unidad, no vienen adiestrados, ni siendo perros policía. Vienen de adopciones o de compra, sin importar su raza, y los agentes los entrenan. Además de pastores alemanes o belgas malinois, la sección canina de la Guardia Urbana cuenta con border collies, perros de aguas y perros de caza.
Hay días en que los entrenan para la búsqueda de estupefacientes escondiendo drogas en maletas o incluso en coches, en otras ocasiones realizan ejercicios de defensas. Los perros lo entienden como un juego porque siempre se adiestra con refuerzos positivos.
Algunos días unos días patrullan, y otros días toca dar soporte a la Unidad de Investigación. Y durante los fines de semana, los perros pueden apoyar en los controles de alcoholemia. En fechas destacadas, toca el servicio más agradecido: las exhibiciones y las visitas a niños.
“Nosotros queremos hacer la policía más próxima. Por ejemplo, hacemos exhibiciones a los niños, visitas a los hospitales y a colegios de educación especial. Los niños se emocionan mucho con los perros, para ellos es un día diferente, un día de fiesta, y nosotros lo disfrutamos muchísimo”, dice el sargento.
Así es como un noble animal puede hacer un trabajo ejemplar y contribuir también con la sociedad ¡Qué gran tarea la de estos nueve perros! ¡Enhorabuena!
Fuente: La Vanguardia