Los perros también pueden resfriarse o contraer la gripe. La diferencia es que lo único que pueden hacer es mirarte con ojitos de enfermo. David García Rubio, veterinario del Hospital Veterinario San Fermín, de Pamplona (España) nos explica cómo saber si tu perro tiene gripe y cómo debes actuar.
La gripe canina, también conocida como ‘tos de las perreras’, es una enfermedad provocada por uno o varios microorganismos. El virus afecta el tracto respiratorio y los síntomas suelen ser tos seca, ronca y estornudos. En casos más graves se puede presentar tos húmeda con mucosidad o secreción nasal, fiebre, letargo, falta de apetito, o incluso neumonía.
En la mayoría de los casos la recuperación es rápida, pero es necesario estar atento a los síntomas y acudir a un veterinario para tratarlo lo más pronto. Como sucede con la gripe humana, los grupos de mayor riesgo son los cachorros y ancianos.
En general la gripe se pasa sin necesidad de medicamentos, pero los síntomas se pueden aliviar con antiinflamatorios o antitusigenos, buena hidratación y una dieta equilibrada.
También existen precauciones, tales como mantener una adecuada higiene donde juega tu perro, o colocarle la vacuna anual contra la gripe. Sin embargo esta vacuna no está recomendada para todos los perros, por lo que es importante consultar primero con el veterinario.
Aunque el tipo de cepa que padecen los perros es diferente a la de los humanos, se considera una enfermedad que puede transmitirse a personas, aunque es muy raro que ocurra. Sin embargo, sí es muy contagiosa entre los mismos perros. Se puede contraer por vía aérea, estando en contacto con otros perros, por sus excreciones o juguetes contaminados.
Fuente: La Vanguardia