El último atentado terrorista ocurrido en Estocolmo, Suecia, cobró la vida de cuatro personas e hirió a más de una docena de personas. Sin embargo, hubo una víctima que no siempre se menciona en ese tipo de noticias: un perro llamado Iggy también perdió la vida ese día.
Después de que un camión secuestrado golpeó a los peatones en una concurrida calle comercial, se comenzaron a hacer monumentos conmemorativos improvisados para honrar a las víctimas. Pero Markus Krantz, que vive cerca, notó que nadie se fijó en Iggy.
“No vi a nadie poner una flor o encender una vela en el lugar donde el pobre perro fue asesinado. Así que le hicimos un pequeño monumento”, comenta Markus.
Inicialmente el monumento incluía velas y algunos objetos de perros. En poco tiempo, un sinnúmero de otros dolientes añadieron cosas al memorial de Iggy. En el memorial se incluyeron flores, tarjetas, juguetes para perros e incluso dibujos hechos por niños.
Dogs Aid, una organización benéfica de rescate de Irlanda, ha confirmado desde entonces que Iggy era un perro al que le habían encontrado casa en Suecia en el año 2012. “Eras un perro muy especial. Todos tus amigos de Dogs Aid te estarán esperando, cien mil estrellas te iluminarán”, escribió el grupo en Facebook, añadiendo: “Nuestros pensamientos están con Iggy y su familia”.
Fuente: The Dodo