Un rinoceronte de 4 semanas de edad no tiene cómo protegerse de los peligros. Justamente eso le pasó a J’aime, una pequeña rinoceronte que quedó sin cuernos y huérfana cuando su madre intentó protegerla de cazadores furtivos.
J’aime sobrevivió al ataque, pero no salió ilesa. Los cazadores furtivos la habían apuñalado tres veces en la espalda. Los rescatistas encontraron a J’aime sola en el monte, y lograron enviarla al orfanato de rinocerontes (TRO) en la provincia de Limpopo, de Sudáfrica.
A pesar de sus heridas, J’aime se encontraba estable, y los veterinarios eran capaces de tratar sus heridas. Lo principal era conseguir que J’aime bebiera leche de una botella. A pesar de que probablemente echaba de menos a su mamá, J’aime tomó la botella de inmediato. De hecho, no se saciaba.
“Siempre que está cerca de la leche, ella gime para que sus cuidadores sepan que tiene hambre”, dice Jamie Traynor, director de TRO.
Y no quiere leche, también le gusta que le den caricias.
Para ayudar a J’aime a sentirse segura, los cuidadores se turnan para dormir junto a ella. Y como a todos los bebés, a J’aime le encanta dormir.
J’aime es actualmente el rinoceronte más pequeño en el orfanato, por lo que aún no ha conocido a otros rinocerontes. Pero según el tamaño de los pies de J’aime, Traynor espera que crezca mucho más.
Cuando J’aime tenga 3 años, podrá volver a ser liberada, y Traynor espera que pueda vivir una vida tranquila, lejos de los cazadores furtivos.
Fuente: The Dodo