Un perro entrenado para olfatear bombas que protegió a cientos de soldados británicos en Afganistán, obtuvo su jubilación anticipada porque desarrolló síntomas parecidos al Trastorno de Estrés Postraumático.
Vidar, el perro de cinco años, ya no podía cumplir sus deberes porque desarrolló terror a los sonidos de la guerra. La Médico del Ejército de Reserva, Angie McDonnell, decidió llevar a Vidar a su casa en Gales, para mantenerlo allí a partir de su jubilación.
“Es un perro tan grande y asustado, que me preocupaba que no pudiera encontrar un hogar y fuese puesto a dormir”, cuenta Angie. “Los perros hacen un trabajo increíble protegiendo a los hombres y mujeres que sirven a su país en misiones peligrosas”.
Vidar está mejorando cada día. “Vidar era un alma tan gentil, sabía que merecía la oportunidad de una jubilación feliz”, resalta Angie, quien escribió un libro sobre la carrera que Vidar desarrolló en el ejército.
“Cuando lo traje a casa por primera vez, no sabía qué esperar, pero ahora tengo un perro fantásticamente leal. Él es puro amor y estoy muy contento de tenerlo”.
Fuente: New York Post