Ryder es un San Bernardo que nació en una granja de cachorros y rápidamente fue vendido a una pareja que no estaba preparada para él. El hombre que compró a Ryder lo hizo por capricho, y cuando llegó a casa se dio cuenta de que él y su esposa no tenían espacio para el perro.
Al no saber qué hacer, la pareja mantuvo a Ryder en una jaula, y ahí es donde pasó la mayor parte de su tiempo durante su primer año de vida. Finalmente la pareja decidió entregar a Ryder a un refugio local, para que pudiera tener la mejor vida posible.
La mujer que limpiaba la casa de la pareja había visto a Ryder en su jaula y se había enamorado rápidamente de él. Ella y su esposo, Ryan Hamilton, ya habían rescatado a otros perros, y cuando se enteraron de que Ryder iba a ser llevado a un refugio, decidieron adoptarlo.
Tan pronto como llegó a su nuevo hogar, Ryder se sintió mejor. Ahora vive en una casa con tres hectáreas donde corre cuando quiere, y tiene cinco hermanos perros para jugar con todo el día.
Ryder adora a su nueva familia, y está muy agradecido a ellos por darle un hogar y más espacio. “Ahora siempre está feliz. Él nos sigue a todas partes, y solo quiere nuestra atención” cuenta Ryan.
Ryder tuvo un comienzo difícil de vida, pero ahora tiene todo el espacio que necesita y se merece, junto a una familia que lo ama incondicionalmente.
Fuente: The Dodo