Kelsey es una perrita muy leal y, sin duda, la mejor amiga de su padre humano: permaneció con su dueño Bob, y lo mantuvo a salvo durante más de 20 horas después de que el hombre resbalara en la nieve y se rompiera el cuello a 10 de la noche de la víspera de Año Nuevo.
Bob estaba recogiendo leña en el condado de Emmet cuando se produjo el incidente. Cuando se cayó y se rompió el cuello, quedo paralizado en el suelo, con frías temperaturas. Su perro lamió su cara y manos, y se echó encima de él para mantenerlo caliente.
“Ella seguía ladrando en busca de ayuda, pero jamás se separó de mi lado. Me mantuvo caliente y alerta. Yo sabía que tenía que perseverar para sobrevivir”, dijo Bob.
Un vecino de Bob lo encontró inconsciente aproximadamente a las 6:00 de la tarde del día siguiente. Los equipos de emergencia llevaron a Bob al servicio de urgencias, donde los médicos le diagnosticaron hipotermia, y hernias discales en el cuello y la espalda. Estas últimas lesiones comprimieron la médula espinal y paralizaron en sus piernas. Sin embargo, no se congeló.
“Estoy seguro de que estoy vivo gracias a la ayuda y determinación de Kelsey por mantenerme caliente y seguro”, dijo Bob.
El neurocirujano que operó a Bob para la descompresión espinal dijo que necesitará terapia física para recuperar su fuerza completa. El hospital dijo que está “en camino hacia la recuperación”, y que Kelsey como fue vital para su supervivencia al mantenerlo caliente.
Fuente: Huffington Post