Un perro de 18 años llamado Jaripo fue dejado por su antiguo dueño en el refugio de animales del condado de Lancaster, Pensilvania, y dijo que el perro estaba enfermo y necesitaba ser sacrificado. Sin embargo, los trabajadores del refugio decidieron esperar: gracias a eso este perro mayor fue salvado por una mujer que lo dejó todo por él.
El refugio decidió publicar la historia de Jaripo en redes sociales, con la esperanza de que alguien lo ayudara. Christina Morgan, fundadora de Paw Works en California, vio el mensaje y se conmovió.
Comenzó su camino de casi dos horas hacia el refugio, e intentaba llamar al refugio para decirles que la esperaran, pero el personal dijo que no podía garantizar que el perro estaría allí cuando ella llegara.
Afortunadamente llegó a tiempo y ese mismo día llevó a Jaripo a su casa. Un veterinario confirmó que el perro tenía dolor en la columna vertebral y las caderas, y que algunos dientes estaban en mal estado. Sin embargo, los análisis de sangre arrojaron buenos resultados.
Así que el perro realmente no sufría de ninguna condición terminal. Su única condición era haber sido abandonado en un refugio, pero Christina lo salvó de un terrible final: le consiguió una familia con la que vivirá el resto de sus días rodeado de amor y cariño.
Fuente: The Dodo