Conocer y amar la historia del Hotel Algonquin de Nueva York, es conocer y amar a sus gatos, que en toda la historia del hotel han estado allí.
Todo inició en 1932, cuando un gato callejero deambulaba por la calle y se instaló en el hotel. Primero lo llamaron Rusty, hasta que el actor John Barrymore, un miembro del grupo de la legendaria mesa redonda del hotel, sugirió que Hamlet sería un mejor nombre.
A partir de entonces, era oficial: The Algonquin permitía alojar gatos. Cuando el gato que reside allí es macho, se le llama Hamlet; y cuando es hembra, Matilda.
Por eso, ahora un nuevo libro para niños escrito por Leslie Martini se llama “Matilda, el gato de Algonquin”. Cuenta la historia del hotel a través de la vida de la famosa felina. Matilda ha vivido en el hotel desde 2010, siendo el gato número 11 de Algonquin, y la tercera Matilda. Y como es tradición del hotel, es una gata rescatada de la calle.
En el libro se menciona a Hadley (quien es la vida real es Alicia de Almeida), la asistente del gato y la mujer a cargo de las redes sociales, veterinario y agenda diaria de Matilda, que por supuesto incluye muchas siestas. Alicia también responde a las cartas de los admiradores de Matilda. De hecho, los huéspedes extranjeros a menudo le llevan regalos a la gata.
La autora del libro se dio cuenta de la importancia del hotel y su historia. Ella aprecia que en Algonquin se preocupan por mantener sus tradiciones, especialmente la de alojar mininos de la calle.
“El libro es un recorrido por el hotel a través de los ojos de un gato. El gato termina siendo una vía para contar la historia de todas estas personas que han pasado por el hotel”, comenta la autora. Parece un libro que no solo es interesante para niños, sino también para adultos.
Fuente: New York Post