Cada discapacidad se manifiesta de forma única en cada individuo, y hay personas que pueden verse afectdas por un trastorno alimenticio en un grado considerado como discapacidad. Los perros de servicio pueden ayudar en estos casos, y existen formas de entrenarlos para mitigar la naturaleza incapacitante de estos tipos de trastornos.
Perros de servicio pueden prevenir e interrumpir malos comportamientos alimenticios
Un ejemplo de cómo un perro de servicio puede evitar que su amo se purgue, es interrumpir físicamente los esfuerzos del individuo hacia la purga, haciendo algo como patear o escarbar persistentemente la puerta si la persona se encierra en el baño después de comer. El perro también puede ser entrenado para alertar a los miembros de la familia de la persona con ladridos o utilizando otra clave para comunicarse.
Perros de servicio pueden recordar al amo tareas diarias importantes
En el caso de los trastornos alimenticios, estas tareas importantes pueden ser un recordatorio para comer un aperitivo. Una manera eficaz para entrenar a un perro para esto es crear una rutina diaria que implique hacer algo que el perro deba esperar y, llegado el momento, realice una acción específica que sea recompensada.
Perros de servicio pueden dar alerta o respuesta ante crisis médica
Las alertas son comportamientos que el perro lleva a cabo antes del inicio de una crisis médica (o antes de que el amo sea consciente de ello), para avisar a la persona que algo va a ocurrir. Esto permite tomar las medidas adecuadas para prevenir la crisis o entrar en fase de seguridad.
Por su parte, las respuestas son comportamientos que un perro de servicio está capacitado para llevar a cabo cuando ya se ha presentado la crisis médica. Debido a que algunos individuos con trastornos de la alimentación experimentan desmayos, un perro de servicio puede capacitarse para detectar estos episodios y alertar al amo o a una persona de ayuda.
Perros de servicio pueden proporcionar apoyo en momentos de angustia
Algunas personas pueden beneficiarse de un perro de servicio que proporcione la terapia de presión profunda cuando se elevan los niveles de ansiedad. En el caso de un trastorno alimenticio, un individuo puede presentar mucha ansiedad, sobre todo después de comer. Los perros pueden ser entrenados para realizar acciones que alivien la angustia de su amo.
Para lograr todo esto, se recomienda realizar actividades de entrenamiento con el perro para capacitarlos. Entre ellas se encuentran comer juntos, dar un paseo después de cada comida para evitar purgas, incorporar ejercicios para el perro dentro de la rutina de la persona, leer sobre nutrición y tratar a al perro con la misma compasión que la persona se trata a sí misma. De esta manera aprenderá a recuperar el valor perdido.
Es importante tener en cuenta que al igual que cualquier perro de servicio, esta ayuda no debe reemplazar o entrar en conflicto con el tratamiento médico principal. El papel de un perro de asistencia en la vida de una persona con un trastorno alimenticio debe ser la promoción hacia su recuperación.
Fuente: Guiding Golden
Fotografía principal: Found Animals Foundation Licencia CC 2.0