Un día, un perro apareció tirado al borde de una carretera en Georgia. Todo el mundo creía que estaba muerto. Pero Terri Skidmore y su novio, Mike Aziz, sí sabían lo que había sucedido. Ellos vieron como un conductor golpeó al perro.
“Yo asumí que el perro estaba muerto, pero no podía dejar de pensar en él. Así que le dije a Mike que nos regresáramos para ver si era cierto”, dijo Terri. Cuando regresaron, el agresor se había ido y otra pareja estaba en el lugar tratando de ver qué le sucedía al perro. Para sorpresa de todos, el perro seguía respirando. Era un milagro.
Lo subieron auto y lo llevaron a la clínica veterinaria más cercana. El perro estaba gravemente herido, infectado con parásitos, inconsciente y en estado de shock. Los rayos X demostraron que en su estómago había huesos, probablemente los comía por hambre y desesperación. Y a pesar de que una de sus patitas se fracturó y tuvieron que someterlo a una cirugía urgente, no tenía heridas internas.
Después de eso, llegaron buenas noticias: Jason Flatt, fundador del grupo Friends to the Forlorn Pitbull Rescue, escuchó la historia del cachorro mientras estaba en la clínica. Le dijo a la pareja que los ayudarían por haber salvado al perro. No solo recaudó fondos para cubrir la operación, sino también pagó por todos sus cuidados durante el primer año de vida, incluyendo vacunas y esterilización.
Terri y Mike lo llevaron a casa y lo llamaron Marcus, como el ex marine de Estados Unidos que escribió “El único sobreviviente”. Ahora Marcus tiene dos hermanos (un terrier que se salvó de una fábrica de cachorros y un pastor alemán rescatado) y unos padres que le han dado un hogar donde el amor por los perros es parte fundamental de la vida.
Fuente: The Dodo