Apenas unos días antes del festival anual de carne de perro de Yulin, en China, la vida de 29 perros y cinco gatos fueron salvadas de ser torturados y comida. La Humane Society International (HSI), junto con socios en China, negociaron la liberación de los animales que estaban cautivos en una instalación de masacre en Yulin.
Estaban en jaulas, viviendo en un sitio inmundo. Algunos llevaban collares, lo que sugiere que fueron robados de sus hogares (una alternativa más barata a la cría de perros). Es una situación muy parecida a la que se presentó hace meses, donde activistas también lograron salvar la vida de perros que serían llevados al Festival de Yulin.
“La presencia policial es fuerte en Yulin en este momento, y el ambiente es muy tenso, así que esto no era un rescate fácil,” dijo Peter Li, especialista en política de China de HSI. “Los perros y los gatos estaban muy asustados, y es terrible pensar que si no hubiéramos estado allí, todos estos animales habrían sido golpeados hasta morir, para luego ser comidos”.
Ahora, los animales salvados serán llevados a casa de dueños amorosos en China. Los que no puedan ser reubicados dentro del mismo país, podrán vivir con familias de Estados Unidos y Reino Unido.
Este festival no tiene ninguna relevancia cultural. Solo fue fundado en 2010 por comerciantes de carne de perro que buscaban aumentar sus ventas. Suelen realizarlo a finales de junio, y el componente principal de la celebración incluye el consumo masivo de carne de perro.
Lo más inquietante del festival es la forma en que los animales son tratados antes de ser comido: los torturan y hacen sufrir debido a la creencia de que la es carne más tierna después de las palizas.
Li señaló que las acciones firmes por las autoridades chinas, tales como la confiscación de perros y gatos de los camiones entren en Yulin, el cierre de los mataderos y la aprobación de nuevas leyes de bienestar animal en China, son clave para frenar el comercio de Yulin este año y acabar con el evento de forma permanente.
Por su parte, el gobierno chino nunca ha apoyado abiertamente el festival, pero hasta ahora ha tomado pocas medidas para detenerlo. Este año es la primera que el gobierno escribió formalmente un decreto comprometiéndose a cerrar el festival, en lugar de negar su existencia. Esperemos que la próxima buena noticia sea en cese de esta inquitante actividad.
Fuente: The Dodo