Cuando el perro de terapia Marley desapareció repentinamente de su hogar, un oficial de policía canadiense hizo todo lo que pudo para encontrarla.
Andrew Gordon se ha ganado varios títulos que van desde detective de mascotas hasta susurrador de los animales. Y ciertamente se ha ganado esos puestos. Ha jurado proteger no solo a las personas, sino también a los animales.
En marzo de 2015, el agente Gordon, de la Policía Regional de Halifax, rescató a una pequeña cría de foca y la ayudó a volver al océano. La semana pasada salvó a tres patitos que corrían peligro en medio de una carretera. Y a principios de este mes salvó a otro pequeño patito de una zona de alto tráfico.
Pero el caso de Marley fue más complicado. El perro estuvo compartiendo con la familia en una barbacoa al aire libre, cuando de pronto desapareció del lugar. La preocupación era mayor poque Marley es un perro de terapia entrenado que acompaña al hijo de la familia, Luc, quien tiene un trastorno genético cerebral. Precisamente Marley está capacitado para alertar a sus padres cuando necesita ayuda, y se había convertido en un amigo indispensable para él, así como un miembro de la familia.
La policía de Halifax fue contactada y se internaron en el bosque durante toda la madrugada. Pero Marley no apareció. Sin embargo, Gordon dio con el perro a través de una publicación en redes sociales de un perro perdido que había sido encontrado. No había una dirección dirección, pero sí tenía la información del código postal.
El miércoles por la mañana llegó a la calle que indicaba el código postal y en la primera casa que tocó la puerta, encontró a Marley y la llevó a casa.
A pesar de su creciente popularidad con los animales, Gordon es un hombre humilde que está comprometido con su trabajo de mantener a todo el mundo a salvo, incluyendo a los animales. “Es muy emotivo”, dijo el policía sobre el rescate de Marley. “Es una hermosa sensación haberla encontrado y llevarla a casa”. Un gran ejemplo de compromiso personal y social con los animales, y un gran ejemplo del respeto que los animales merecen de nosotros.
Fuente: The Dodo