Remy y Tillie crecieron sin conocerse. Lo único que tenían en común era su raza y las cajas en las que permanecían durante día y noche. Pero cuando cuando sus caminos se cruzaron, fueron liberados de la triste vida que habían conocido desde su nacimiento, y ya nada podría separarlos.
En 2012, más de 250 perros fueron encontrados bajo la propiedad de un criador de Ohio. Entre esa multitud de perros descuidados en jaulas amontonadas, sufriendo ataques de pulgas y parásitos, se encontraba Remy.
Tillie tampoco fue ajena al sufrimiento, pues estuvo la mayor parte de su vida en una caja, entre 66 perros apilados en un garaje oscuro y abandonado en la propiedad de un criador de Carolina del Sur. Todos los perros, incluyendo Tillie, terminaron en varios refugios.
Pero pronto estos dos Shar Pei encontrarían su verdadero hogar en Maryland, junto a sus padres Carrie y Joseph Friend.
Primero fue el turno de Remy, quien a los 10 años de edad y después de haber pasado gran parte de su vida abandonado, tenía una larga lista de necesidades especiales. “Rápidamente nos enamoramos de él”, dice Carrie, después de encontrar al perro a través de la Liga de Rescate Animal de Washington.
Unos años más tarde, la pareja se enteró de Tillie, una Shar Pei de 3 años que necesitaba un hogar. Decidieron adoptarla enseguida. Y fue así como Tillie y Remy se reunieron.
“Remy no estaba muy emocionado al principio”, explica Carrie. “La llegada de Tillie parecía que terminaba con su vida de soltero. Así que él no estaba tan emocionado” Pero Tillie era persistente. “Rápidamente ella se aferró a él. Él, a regañadientes, la dejó entrar en su vida. Ahora siempre se acurrucan y están muy conectados”, cuenta Carrie.
A pesar de tener un triste pasado y de haber tenido criadores malvados, estos dos perros ahora comparten el mismo camino y les ha permitido iniciar una nueva vida juntos, llenos de amor y felicidad.