Si hace algún tiempo a John Bramblitt, un hombre ciego pintor, le hubieran dicho que sería famoso por retratar a perros, probablemente nunca lo hubiera creído… pero en esta vida, que es tan impredecible, por un terrible padecimiento de convulsiones, este hombre perdió la vista de manera permanente.
Al sentirse desconsolado, perdido y solo, John se hundió en una terrible depresión, hasta que poco a poco fue saliendo de ella al descargar toda esa frustración en una nueva actividad: pintar. No fue una tarea fácil, pues aunque de niño solía pintar, el hacerlo ahora sin su vista era un reto que le llevo todo un año dominar pero al lograrlo lo describió como: “un rayo de sol que entra en un mundo que de forma permanente se había oscurecido”.
La técnica de John consiste en el tacto, tanto en tocar a sus retratantes, en este caso, perros (inspiración que surgió del gran amor a su perro guía “Echo”) y de trazar líneas con relieve que el pueda seguir para así ubicarse en el lienzo, posteriormente agregar la pintura, la cual está dividida en tubos con etiquetas en braile.
Ante la belleza de sus cuadros e historia de superación, John Bramblitt, ha realizado una gran cantidad de exposiciones como también dado múltiples entrevistas a periódicos, revistas y radio. Su éxito ha sido tal, que sus obras han recorrido el mundo, existen dos documentales sobre su labor y ha escrito su propio libro.
Pero la acción más galardonada hacia John, es la impartición de talleres artísticos gratuitos a personas con discapacidades y de escasos recursos. (John, ha recibido 3 premios durante administraciones presidenciales).
John, espera que con su historia se pueda ayudar a más personas con o sin discapacidad, que padezcan depresión y enseñarles que siempre hay un camino, un rayo de luz y que la respuesta está en uno mismo…
Fuente: BarkPost