Me pregunto si Dios escucharía el deseo de Navidad de un Perro Rescatado, apenas hace dos navidades vivía en la calle, triste, solo y sin ilusiones. Yo solo existía no vivía, deambulando por las calles con hambre, frío y siendo repudiado por la mayoría de los humanos desde que mi ex dueño me abandonó,
Él ya no tenia tiempo para mi, estaba muy molesto por morderle sus zapatos, por orinar dentro de casa. Fui un regalo de navidad, pero se cansaron de mi en pocos meses, si sólo supieran hubieran tenido tiempo de darme la vuelta, hubiera aprendido a orinar fuera de casa, si no me hubieran dejado tanto tiempo solo no hubiera mordido zapatos, si me hubieran querido yo los hubiera amado…
Así como yo, muchos son abandonados por la misma razón, nos compran en Navidad como juguetes y cuando se dan cuenta somos seres vivos que requieren su amor y tiempo todos los días, nos abandonan a un destino cruel
La mayoría morirán solos, con dolor y con frío, pero otros muy pocos tendremos la fortuna de ser rescatados, esa fue mi fortuna, una fortuna que no es común para un perro de la calle.
Todos quieren un perro de raza, un cachorro, un perro “fino” para sentirse “orgulloso”, sin embargo no muchos tienen el corazón de ver lo que mi papa humano vio en mi, él no vio un perro desnutrido, lastimado, maltratado, el vio un perro que tenia todo el amor que dar, y muchos años por delante para hacerlo
Hoy soy un perro feliz, completo…… completo por ser parte de una familia. En casa confieso trato de no separarme de mi papa, si el esta en la tele yo estoy ahí, si esta en la sala yo estoy ahí, si esta en su estudio yo estoy ahí, soy feliz a su lado a todo momento.
Me encanta que me deja subir al sillón y poner mi cabeza en sus regazo, yo duermo, mi papa dice que suspiro dormido como si en sueños me acordara ya estoy a salvo y que soy querido. No importa cuantos años han pasado desde que mi papa me rescató, yo sigo suspirando igual y el sigue viéndome con los mismos ojos.
Hoy la gente al pasar me dice que soy lindo, que estoy muy bonito, algunos le preguntan si quiere cruzarme, mi papa les responde orgulloso que me rescató de la calle, y que no puedo cruzarme porque ya estoy esterilizado.
Mi papa me quiere mucho, yo lo quiero mucho, doy gracias a Dios que nos encontramos, y rezo porque mi deseo de Navidad se cumpla, y que todos aquellos perros aún están en la calle encuentren un humano que los amará y protegerá por siempre así como yo lo hice.
Fuentes: PerroContento.com – gomagoti Licencia CC 2.0