Todos conocemos a los amantes de los perros e incluso algunos sabemos y dominamos que somos igual que ellos, todo gira entorno a estos hermosos peludos y simplemente no podemos imaginar que en nuestra vida no están presentes. Algunos dirán que simplemente nos gustan los perros, pero todos nosotros sabemos que más que gustarnos los amamos sin control.
Aquí 10 señales que muestran si eres un amante de los perros.
1. Cuando le hablas de una forma muy especial: Utilizas la voz más chillona y dulce que puedas para hablarle e incluso tiene apodos como: Cosita hermosa, chiquito, peludino, etc. toda la ternura que te inspira la desatas en cuanto lo ves.
2. Cuando lo arrullas a la hora de la siesta: No falta el día que haya grandes tormentas y para evitar que se asuste con ellas lo arrullamos cantándole cualquier clase de canción, incluso hasta nos inventamos la letra de alguna tonada en donde hablemos enteramente de él.
3. Cuando te derrites por la forma en que te mira: Tu hijo perro sabe perfectamente como conquistarte… con esos enormes y brillantes ojos que pone cada vez que lo miras o cada vez que él quiere algo, como ese pedacito de comida que tienes en la mano.
4. Cuando ya quieres regresas a casa: Sales del trabajo o de cualquier reunión a toda velocidad para llegar corriendo a casa y verlo… y abrazarlo, besarlo, cargarlo y llevarlo contigo a todos lados.
5. Cuando tienes cualquier cantidad de fotos y las compartes: Y para lograrlo subimos todas las fotos y videos que tenemos de ellos a las redes sociales, es más, incluso nuestras páginas sociales están llenas de ellos más que de nuestra propia familia.
6. Cuando te vuelves adicto a las compras de perros: No podemos evitar ver cualquier tipo de juguete, accesorio o ropita sin que corramos a comprar todo lo que nos arranque el clásico “awwwwwww” sabemos que nuestro hijo perro morirá de emoción al ver todo lo que le compramos, porque claro que saben cuando regresamos a casa con algo para ellos.
7. Cuando lo único que haces es consentirlo: Tratamos tan bien a nuestro hijo perro, que a veces lo hacemos más que a nosotros mismo, y ¿cómo no hacerlo si simplemente es adorable?
8. Cuando planeas tu tiempo libre con él: No podemos evitarlo y lo que planeamos de nuestro tiempo libre lo involucra por completo, paseos al parque, ir por un helado y hasta quedarse en casa viendo una película mientras nuestro perro está acostado a lado de nosotros.
9. Cuando lo llevas al mejor lugar para ponerlo guapo: Lo llevamos a la estética, pedimos el servicio más completo, nos ofrecen perfumes de diferentes aromas para él, moñitos y paliacates y hasta un masaje detallado. Llega la cuenta y oh oh… mucho más caro que nuestro propio corte de cabello, pero ¡¿qué importa?! Merece esto y más.
10. Cuando no puedes dejar de pensar que siempre será tu bebe: Y para demostrarlo no podemos evitar cargarlo como si fuera un bebito humano, lo mecemos para mantenerlo tranquilo y relajado y hasta se queda dormido en nuestros brazos.
¿Y cómo no amarlo así si son las criaturas más fieles, amorosas y peludas que nos hacen la vida mágica?
Fuente: Ally Aubry Licencia CC 2.0