A pesar de que existen aún miles de casos de maltrato animal en el mundo, poco a poco esta realidad se va transformando y cada día son más los países que se van sumando a la acción de cambio en protección del llamado “mejor amigo del hombre”.
En Madrid, por ejemplo, se ha logrado prohibir el sacrificio de perros y gatos abandonados; en Cataluña, los negocios de venta animal se han transformado en centros de adopción y en América, iniciando en el norte con Cánada, está prohibida la venta de animales y a pesar de los obstáculos, en México, empiezan a tomarse más encuenta las iniciativas de ley respecto al maltrato, sacrificio y protección animal, poniendo como ejemplo el Estado de Coahuila, el cual acaba de aprobar la prohibición de las corridas de toros.
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Ante esta premisa, apenas hace unos días, Portugal dio a conocer su nueva ley de protección animal, la cual entrará en vigor en el mes de octubre, convirtiéndose en un ejemplo y guía para establecer el respeto de los derechos de los animales en el mundo de una manera más meticulosa para cerciorarse que el maltrato no vuelva a su circulo vicioso.
Entre los primeros estatutos que la nueva ley de Portugal dicta es que todo dueño que se compruebe haya cometido maltrato, no podrá tener un animal de compañía dentro de 5 años. También establece la aplicación de multas, sin embargo, si el maltrato es extremo se puede llegar a penas de cárcel.
Otra medida a aplicar, es que el dueño que haya cometido violencia con su animal, queda totalmente imposibilitado para participar en concursos de habilidades, ferias o exposiciones, mínimo durante 3 años. En caso de que el propietario contará con un negocio de comercio animal, al ser comprobado que haya cometido algún tipo de maltrato, esta es razón suficiente para poder cerrar el establecimiento.
En lo que respecta a las multas, pueden llegar a tener un valor de global de 120 días y si no se define un motivo legítimo como causa del maltrato, la persona podría ser enviada a la cárcel durante un año. Si por el contrario, se determina que el dueño no solo cometió maltrato sino también alguna mutilación en el cuerpo del animal, la condena de cárcel se eleva un año más. En situaciones menos delicadas, si se comprueba que el animal carece de alimentos y cuidados, el dueño puede ser privado de su libertad 6 meses.
Ante estos avances jurídicos, esperemos que pronto sea así en más países y que el maltrato animal sea realmente castigado, con el único fin de lograr a base de constancia y esfuerzo su erradicación pero sobretodo generar en el infractor el arrepentimiento y concientización de su comportamiento equívoco, fomentando el respeto de nuestros animales sin importar su especie, raza o color.
Todo ser vivo merece respeto… ¿te imaginas ser maltratado únicamente por existir?