Cuando tenemos un hijo perro, a veces no nos damos cuenta de que nuestro comportamiento influye en el suyo y lo que nosotros vemos como “normal” resulta ser algo que modificará su conducta.
Por ejemplo, cuando le aventamos su juguete y queremos que nos lo de, pero pone resistencia para soltarlo y te lo demuestra gruñendo, es entonces cuando nuestras acciones pueden influir en su futuro comportamiento.
Aquí te mostramos lo que sucede cuando tomamos distintas actitudes:
1. No hacer nada: Dejas que tu perro se vaya gruñendo con su juguete y lo ignoras.
- Lo que piensa tu perro: “Si le ladro, se da cuenta que no me gusta dar mi juguete, hice que mi incomodidad de dártelo desapareciera”.
- Lo que aprende: “Deberé gruñir si me siente incómodo”.
- Consecuencia: Tu perro gruñirá cada que él no quiera hacer algo, incluso si solo quieres acariciarlo.
2. Castigar su comportamiento y quitarle el juguete: Es una forma en la que creemos que su comportamiento deberá ser castigado porque está mal, pero no siempre entienden eso.
- Lo que piensa tu perro: “Me sentí incómodo, y se lo mostré a mi papá/mamá, no tomó en cuenta mis sentimientos”
- Lo que aprende: “Tengo que demostrar de alguna otra manera que no estoy tranquilo con que me quite mi juguete”
- Consecuencia: Su comportamiento es peor, podría tratar de morderte o tragarse si juguete para que no se lo quites.
3. Entender por qué se siente así y tratar de jugar con él, ganar- ganar: Para lograr esta actitud, necesitas por ejemplo, mostrarle un premio y decirle “dame tu juguete”, espera hasta que él voluntariamente decida darte su juguete, una vez que lo haga, alentarlo y felicitarlo, después de esto, podrás aventarle el juguete nuevamente. Recuerda que solo le des el premio, hasta que suelta la pelota y le ha quitado la atención.
- Lo que piensa tu perro: “Si doy mi juguete, cosas buenas pasan, mi papá/mamá no intenta robármelo”
- Lo que aprende: “No tengo nada que perder cuando doy mi juguete”
- Consecuencia: Su comportamiento será positivo y te entregará el juguete sin problemas, para que juegues siempre con él.
Como puedes ver, cada postura que tomamos hacia él, hará que tenga diversas consecuencias, pueden ser positivas o negativas, pero no olvides que al final tu hijo perro está tratando de interpretar y entender lo que deseas que haga.
Fuentes: BarkPost – Scott.Keelin Licencia CC 2.0