Sabemos que a nuestros hijos perros los consentimos de más porque los amamos sin control, pero a veces, ellos saben aprovechar muy bien estos momentos para lograr lo que quieren.
Aquí te contamos las 5 veces en las que tu perro te manipuló y no te diste cuenta.
1. “En verdad te comerás eso”: Cuántas veces no ha pasado que estamos comiendo algo delicioso y nuestro hijo se posa frente a nosotros, baja sus orejitas, abre sus ojos brillantes y nos mira con una gran ternura, comienza a lamerse los bigotes, pasa saliva y finalmente pone sus ojos tristes mientras mira fijamente el pedazo de comida que tenemos en la mano, no podemos más y le damos un pedacito y es ahí cuando ¡pum! nos ha manipulado con esos hermosos ojos para darle de nuestra comida.
2. “No te vayas”: Tenemos que salir por un momento y no podemos llevarnos a nuestro hijo perro, y en cuanto el ve que estamos preparándonos para hacerlo, es cuando comienza a comportarse diferente. Se pone más alerta, se pega a tus piernas y comienza a hacer pequeños sonidos como de reclamo, se tira de panza y mueve la colita mientras te mira con esos ojos brillantes. ¡No podemos más! “no mi bebé, no me voy”
3. “¿Me perdonas?”: Pues resulta que tuvimos que regañar a nuestro hijo perro, tenemos que mantener esa postura para que pueda darse cuenta que lo que hizo está mal, pero entonces se acerca muy sigilosamente a nosotros, con cabecita agachada, orejas para atrás y nuevamente esos ojos enormes y para terminar un pequeño gemido, “no te preocupes mi bebe, te perdono” y se nos va lo enojado en instantes.
4. “¡No toque a ese perro!”: Pues resulta que fuimos al parque y de repente nos cruzamos con otro perro, es nuestra naturaleza acariciarlo, nos gustan los perros, entonces nuestro hijo perro se detiene, parece que algo le pasó, mira hacia abajo y el pánico nos hace presos, es obvio que algo comió o hasta un bicho le pico, enfocamos toda nuestra atención a él y una vez que el otro perro se alejó, nuestro perro se endereza completamente y sigue su camino feliz y tranquilo. También te puede interesar saber si los perros sientes envidia
5.” ¿Me dejas dormir en tu cama?”: Llega la hora de dormir, dejamos a nuestro hijo perro en su cama, apenas nos damos vuelta y ya lo tenemos arriba, lo volvemos a bajar y vuelve a subir y justo cuando lo vamos a regañar un poco, pone su pata encima de nosotros, nos mira fijamente y suspira. No podemos más, por esta noche no pasa nada, ¿o si?. Checa lo que debes de considerar antes de que tu perro duerma en tu cama