Hace unos años, los amantes de los animales estaban molestos y frustrados por un acontecimiento que ocurrió en Cape Town, Sudáfrica, en el cual el director de una escuela pública había ordenado a los conserjes de la escuela que enterraran a un perro callejero vivo.
Afortunadamente, una cocinera que trabajaba en la escuela se dio cuenta del crimen y denuncio el acto antes de que el perro callejero muriera tras ser enterrado 1.5 metros debajo de la tierra durante 20 minutos, el perro fue llamado Lily.
El castigo del director fue el pagar una multa donde debía pagar la mitad de manera inmediata y la otra mitad la podría pagar en 5 años con la condición de que implementara un programa para protección animal en su escuela.
4 años más trade, el director solo había pagado un 20 % de la multa y no había establecido ningún programa asociado a la protección animal. Una clínica de animales llevo el caso a autoridades de mayor nivel y afortunadamente a inicios del 2015 recibieron una llamada en la cual les comunicaron el director había sido arrestado y se encontraba preso con fecha pendiente en la corte.
El director ahora se encuentra con antecedentes penales y tiene hasta el 18 de Julio del 2015 para empezar un programa de educación animal si quiere que estos sean borrados. Con esto, se espera que se haga justicia por el perro callejero que sufrió a causa de este individuo.
Esperemos se haga la justicia debida y que se puedan evitar actos como este en el futuro. En la actualidad Lily es un perro saludable y muy amado por su familia adoptiva, para muestra miren estas hermosas fotos de su nueva vida.
Fuente: I Faw