El dueño de Bela una pastor aleman de 9 años, pidió en su testamento que fuera sacrificada y cremada para que así pudieran mezclar las cenizas de ambos, afortunadamente logro salvarse de una sentencia de muerte impuesta por su propio dueño.
Después de un viaje de 1,800 millas de Utah a Indiana, Bela llego a un albergue de animales donde la recibieron con una gran fiesta. La gente del albergue está feliz de tener a Bela con ellos y de que ella no haya tenido que pasar por la sentencia de muerte ya que ellos quieren mucho a los animales.
Lamentablemente el dueño de Bela murió en noviembre, y en su testamento pedía una de dos cosas: Que Bela fuera víctima de la eutanasia y que la cremaran para mezclar sus cenizas con las suyas o que llegara a ese albergue de animales en especial.
A pesar de la gran cantidad de gente que apoyaba la opción del albergue, nadie sabía que decisión legal se iba a tomar sobre la sentencia de muerte de Bela, afortunadamente, el albergue obtuvo la confirmación de la llegada de Bela el 23 de diciembre.
Al momento se encuentra con otros 1,700 animales donde la consienten mucho e inclusive la preparan para tener una familia en el futuro. Afortunadamente, burlo a la sentencia de muerte, aunque este caso nos pone a pensar que pasaría con nuestro(s) querido(s) hijo(s) perro si nosotros hiciéramos falta 🙁 Una cosa es cierta, quisiéramos que siguiera su vida feliz.