Un grupo de pacientes de edad mayor con depresión se llenan de alegría y risas, cuando a su terapia asisten dos perros que minan el lugar de una vibra positiva. Esto sucede en el Hospital de Torrejón, España, donde una terapia asistida con animales (miembros de Yaracán) que ayuda a los pacientes fluir sus emociones y ejercitar su memoria.
Tango, un golden retriever y Ron, un maltés, cambian las tardes de terapia de las personas de este lugar. Por ejemplo, “Pepita”, una mujer casi ciega y que asegura sentirse muy triste, cuando siente a Tango cerca de ella se alegra y empieza a acariciarlo. “He dormido muy mal, pero luego me he acordado que hoy tocaba perros y me he puesto tan contenta de saber que venía a verles otra vez”.
Y Ron por su parte se acerca al paciente más cohibido del grupo, logrando se relaje y sonría. “Los perros tienen empatía e instinto para saber qué persona del grupo necesita más atención, cuando se encuentra peor” explica la directora de Yaracán, Begoña Morenza.
La terapia asistida con animales en el Hospital de Torrejón inició en el 2012, donde su director Ignacio Martínez reunió a un grupo de especialistas con Begoña Morenza para analizar la iniciativa.
“Estoy encantada de haber abierto las puertas a la iniciativa, porque los resultados son muy buenos y el secreto está en que el perro no juzga ni cuestiona al paciente, lo que le permite abrirse y relajarse para trabajar en la dinámica de la terapia, siempre dirigida por el médico, que es quien establece los objetivos de trabajo con los pacientes” afirma la jefa de psiquiatría del hospital, Helena Díaz.
La presencia de un perro en un hospital puede verse “fuera de lugar”, “pintoresca, excéntrica o circense de un entorno rodeado de seriedad, por lo que no todos los médicos aceptan el trabajo con ellos. Pero lejos de ser así, se trata de una terapia eficaz con la que se obtienen resultados reales, como: la disminución de la medicación en los pacientes, la reducción de la ansiedad, la tristeza o la sensación de soledad, así como la mejora de la memoria, la autoestima y la psicomotricidad”.
Con la terapia asistida con animales se ha logrado incrementar la asistencia de pacientes a sus consultas hasta en un 80% y reducir el consumo de medicamentos contra la depresión en un 60%.
Esperemos este caso sea tomado en cuenta por más países y aplicado para beneficiar a miles de pacientes con este padecimiento y otorgar una mejor calidad de vida.
Fuente: El País