La nueva tendencia de mascotas en los trabajos cada día es más común, y en esta ocasión se suma al mundo pet friendly, Argentina, Buenos Aires.
Un ejemplo de ello, es “Tikka”, una hermosa labrador que trabaja como recepcionista de la empresa “Findasense”, de la cual su jefe (y dueño), Tomás Lorsch, compartió divertido que Tikka no tiene reparo por todo lo que sea comida.
“Tiikka es muy glotona, como todos los labradores. Tuvimos que quitar todos los tachos de la oficina porque iba de uno en uno buscando cualquier cosa para comer”
Por su parte, el Country Manager de Findansense, Sebastián García, explico que esta tendencia aunque aún no tiene reglas definidas, un factor esencial es la “improvisación”.
“Es muy sano porque cuando necesitás traer a tu mascota, podés hacerlo. Cada uno es responsable de las necesidades de su mascota en la oficina. Se ordena naturalmente. Aplicamos el mismo parámetro que con las personas. Por ejemplo, cualquier persona involucrada en un incidente violento es despedida y pasaría lo mismo con los perros. Pero, por ahora, no pasó”
Otra iniciativa que han tomado las empresas, es el de adoptar una mascota de forma institucional, es decir que la compañía sea su hogar y los empleados su familia. Un ejemplo de ello, es la firma de Comunicación &Marketing “Havas”, donde se adoptó a Isidro, quién llegó con tan solo 6 meses de edad a la oficina.
Sofía Polo, una licenciada en publicidad de la empresa, expresó:
“Es muy lindo tenerlo a Isidro acá. Te distraés un poco, salís de la monotonía de la rutina laboral. Isidro es divino. Cuando lo llevo a pasear saluda a todos con los que se cruza”
Ante esta tendencia, Alicia Dell’Arciprette, Directora de la Asociación Argentina de Terapia Asistida con Perros, puntualizó:
“El contacto con un animal tiene beneficios emocionales y físicos. Sólo con acariciarlo te baja la presión sanguínea, te ayuda a disminuir el nivel de stress y te relaja para trabajar”
A nosotros nos parece maravillosa esta tendencia y esperemos pronto se vuelva una realidad en más países donde se aplique con responsabilidad y amor como en Argentina.
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Fuente: La Nación