Los perros han estado con nosotros desde hace mucho tiempo, décadas y décadas atrás han ido formando parte de la vida del ser humano, sin embargo no siempre fueron como los conocemos ahora, tiernos, bonachones y que aman que les rasquen su pancita. De hecho fueron mucho más que eso.
Así que nos viene a la mente la pregunta, ¿Cómo el perro se convirtió en perro?. Si bien es cierto que los perros descienden de los lobos, la pregunta es, ¿en qué punto de su evolución se unieron al ser humano? Algunos estudios plantean que alrededor de hace 33,000 a 16,000 años atrás, por el área de Bélgica y Ucrania, los primeros humanos y los lobos se encontraron formando alianzas ya que ambos compartían actividades, esto es, cazaban y eran sociales entre si para poder sobrevivir.
Con el tiempo, estos lobos comenzaron a cambiar, debido a las condiciones de vida que tenían, así como al cambio en su dieta, comenzaron a convivir con más lobos locales y se convirtieron en seres más sociables y dedicados a la vida con los humanos.
Pero, ¿por qué se domesticaron? Los expertos señalan que al estar “capturados” y comenzar a mutar a perro – lobo, sus características físicas cambiaron también y por ende la forma en como se relacionaron con el mundo.
Ahora bien, también se planteó una nueva razón basados en su DNA, en 2009, el Instituto Real de Tecnología de Estocolmo, publicó un análisis de DNA de 1,500 perros de todo el viejo mundo, en el que pudieron plantear la idea de que la domesticación muy probablemente se dio en China hace menos de 16,300 años y en un solo evento. Ante la posibilidad de que estos perros nacieron de una sola población de 51 lobas y que fueron cuidados y criados con el transcurrir de los años, esto concuerda con la época en la que los humanos eran agricultores y necesitaban de una compañía que los ayudara e incluso protegiera.
Los estudios de la evolución de estos animales sigue en debate, no es tan sencillo rastrear el origen de ellos, lo que si sabemos es que los lobos lograron evolucionar a tal punto que se creó una línea de empatía hacia el ser humano, se transformaron en los perros que conocemos ahora y que nos han sorprendido por su capacidad de entendernos, de trabajar con y para nosotros y sobretodo de amarnos incondicionalmente.
Fuentes: The Huffington Post – Archaeology Magazine – jdzacovsky / 123RF Stock Photo